Durante el embarazo es muy frecuente la aparición de una serie de problemas bucales específicos o bien el avance de otros ya existentes, por todo esto es fundamental realizarse una revisión en el inicio del embarazo y otra al término del mismo.
Mediante una serie de medidas de prevención orales, como es el uso de flúor, una dieta equilibrada y un aumento de los hábitos de higiene, se mejora la salud oral de la embarazada, la cual también va a repercutir en un desarrollo correcto de los dientes del feto así como en la prevención de nacimientos prematuros o de bajo peso.
La mayoría de las alteraciones o enfermedades que aparecen durante el embarazo pueden y deben de ser tratadas, siempre que se pueda durante el segundo trimestre del embarazo.
Las principales patologías son:
- Caries: a pesar de la idea generalizada de que “cada embarazo cuesta un diente”, no hay evidencias clara de una mayor pérdida de calcio en los dientes, por lo que no hay razones para pensar que puedan aparecer mas caries que las debidas al abandono de la higiene oral o el aumento exagerado en el consumo de dulces.
- Toda lesión debe ser tratada antes de que se provoque una afectación pulpar, pues en las embarazadas la endodoncia no es recomendable al no poder hacerse radiografías y el tratamiento médico estar muy limitado.
- Gingivitis: consiste en la inflamación reversible de las encías. Debido a la disminución del cepillado (por fatiga), cambios en la dieta y cambios hormonales, la encía esta mucho mas sensible sobre todo desde el segundo a octavo mes de gestación, pudiendo aparecer gingivitis o en el caso de que ya existiese, provocándose su empeoramiento y evolución hacia una peridontitis (piorrea).
- Aparición de crecimientos de la encía (épulis) que pueden dificultar la masticación y ser dolorosos.
- Aparición de aftas (llagas) recurrentes.